miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Y qué tal con Maialen?

-A ver, a ver, a ver… explícamelo otra vez desde el principio… 
-Vaaaaale… Bien, desde el principio… Pongamos como ejemplo los colores, ¿bien?
-Bien.
-Esa papelera, por ejemplo. ¿De que color es?
-Verde oscuro.
-Dejémoslo en verde, para simplificar. Bien, tu ves esa papelera de un color, el mismo que has visto desde que eres un bebe infinitas veces en infinitos sitios distintos. Y siempre has llamado a ese color verde, porque de pequeñito te lo enseñaron así. “Cesar, este color es VER-DE”. ¿De acuerdo hasta aquí?
-De acuerdo, si.
-Bien. A mi, por ejemplo, me pasa exactamente igual, claro. He visto el color de esa papelera en infinidad de lugares: en las hojas de los árboles, en el césped, en el cuaderno de ciencias que tenía en el colegio o en el musgo que ponía en el nacimiento, yo que se…
-Si, si, vale…
-Vale. Y lo mismo que a ti, a mi me señalaban cosas de ese color cuando era un enano y me decían: “VER-DE”. Y por eso los dos decimos que la papelera es verde.
-Ahora viene cuando la matan, ¿no?
-Jejeje. Si. A ver. Imagínate que un niño nace con una… mmmm… alteración genética o yo que se. Y en el cerebro se le cruzan dos colores, el rojo y el verde. Es decir, que cuando el ve algo verde, lo ve de color rojo, y viceversa. Y es así desde que nació.
-Bien… para él la papelera será roja entonces…
-No no no no… a eso es a lo que voy. El verá las hojas, el césped, las cruces de las farmacias… la papelera también, claro… las verá todas rojas, si. Pero desde pequeño le han señalado a ese color y le han dicho “VER-DE”. Así que él, aunque verá la papelera roja, dirá que ese color es verde. Y aunque vea la camiseta del Athletic verdiblanca, el te dirá que es rojiblanca sin duda. Jamás de los jamases podrá saber que ve los dos colores invertidos, el verde y el rojo.
-Creo que te entiendo… O sea, que el ve esa papelera roja, ve todo lo que es verde de color rojo… Y al revés, claro. Entonces… a ver, que me aclare. Si yo le doy, por ejemplo, un rotulador verde, el lo verá rojo, pero dirá que es verde. Porque para él, el color rojo se llama “verde”. ¿Es eso, no?
-¡¡Exacto!! Es eso precisamente. Llama a los colores de forma distinta, justo de la forma en la que le han dicho que se llaman.
-¿Y dices que todos somos así? ¿Qué a todos nos pasa eso?
-Bueno, lo que yo digo es que no podemos saberlo. A todos nos dicen que eso es rojo, eso es verde y eso es amarillo. Y lo aprendemos como tal. Y estamos de acuerdo todos en que eso es rojo, eso es verde y eso es amarillo. Pero nunca sabremos si, lo que yo llamo azul tu lo ves amarillo, y viceversa. ¿Entiendes ahora lo que quiero decir?
-Si… joder… Ya te entiendo. Ostia macho, que mareo… ¿Y cómo se te ha ocurrido pensar en eso?
-No se… bueno, ¿y que más dará? Es curioso pero… lo peor es cuando te planteas si no será lo mismo con el resto de cosas, con arriba y abajo, con los sonidos, con los sentimientos… Si todo lo que sentimos y vivimos es único y diferente a lo de los demás, y que no somos conscientes de ello simplemente por esos convenios sociales de cómo se llaman las cosas…
-Uf, que rallada…
-Anda, pásame el katxi, y cambiemos de tema…
-¿Ves?, eso si que lo entiendo a la primera, jejeje. Oye, ¿y qué tal ayer con Maialen?
-Pse…