-¿¡Pero que dices, hombre!?
-Créeme, es así.
-¿Tu estás seguro de eso? ¿O simplemente es una suposición?
-Bueno… lo supongo… pero estoy seguro.
-¡¡No puede ser las dos cosas a la vez!!
-¡Pues así es! ¿Pero no te das cuenta de lo que significa? El que haya…
-Dirás lo que significaría, en condicional…
-Como quieras… el que haya alguien ahí fuera, alguien con quien hablar, con quien razonar, un ser inteligente distinto a nosotros, pero una mente al fin y al cabo, con la que comunicarse…
-¿Pero que fantasías son esas? No sabemos que hay ahí fuera. ¡Podría no haber nada! ¿Y si es nuestro fin? ¿No te has planteado eso?
-¿Y cual es tu alternativa? ¿Quedarnos aquí? A penas hay espacio para los dos, no podemos seguir aquí indefinidamente. Con el paso del tiempo ha quedado claro que la única alternativa viable es salir de aquí. Pensaba que estábamos de acuerdo en esto…
-Bien, si, vale, en algún momento habrá que salir. ¿Pero por qué ahora? Y sobre todo, ¿por qué ahora todo este discurso sobre un más allá, sobre seres sensibles y pensantes al otro lado de estas paredes?
-¿Es que a caso tu no te das cuenta? ¿No lo sientes? ¿No lo percibes? Están ahí, siempre han estado ahí, al otro lado. Es cuestión de que demos el paso, de que los conozcamos por fin, de aventurarnos más allá, hacía el futuro…
-No seas melodramático…
-¡¡Es que figurate!! Todo este tiempo los dos solos. Y ahora eso se acabará. Podremos conocer a esos otros seres, sean como sean. Aprender de ellos. ¡Será un mundo nuevo!
-No entiendo como puedes ser tan inocente, de verdad… ¿Por qué esperas que todo vaya tan bien? ¿Y si son malvados? ¿Y si no conseguimos hacernos entender?
-Será cuestión de tiempo, ya lo verás. La convivencia nos hará ir aprendiendo los unos de los otros. Quizá tardemos meses. No se, igual son tan distintos a nosotros que tardemos años, no lo niego. Al principio será complicado. La comunicación será muy difícil, hay que asumirlo. Pero con el paso del tiempo todo se irá solucionando…
-Eso si no morimos de hambre… ¡¡No sabemos nada de lo que nos espera ahí fuera!! ¿Y si nos abandonan? ¿¡Como vamos a alimentarnos!? ¿¡Quien va a cuidar de nosotros!? Ese entorno, sea como sea, será hostil… será nuestro fin, ya lo verás…
-Mira quien está siendo melodramático ahora…
-¡¡Pero es que es cierto!!
-Ellos lo harán. Ya lo verás. Confía en ellos. Confía en mi. Nos cuidarán. Seguro que están deseando conocernos tanto como nosotros a ellos…
-Habla por ti.
-Y por ti. Se que tu también lo deseas. Solo que tienes miedo.
-…y es comprensible, ¿no?
-Si, yo también lo tengo. Pero ya lo hemos hablado muchas veces. Es hora de salir.
-De acuerdo. Pero tu primero.
-Te espero fuera, hermano.
Carlos pesó al nacer 2 kilos y medio. Lucas, pesó cien gramos más.
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