lunes, 19 de diciembre de 2011

Madrugada

Madrugada. Hora de desvelos y duermevelas. De párpados pesados. De pesadillas que te expulsan de pozos negros y carreras angustiosas hacia una noche igual de negra y a una sensación igual de angustiosa. Las horas de los sueños imposibles, de las hadas, de las sombras que esconden sombras, secretos y pasos de puntillas. El tiempo del gato y del murciélago, del sereno y del coco. Letras bajo luz eléctrica. Monstruos. Madrugada.

Hogar de recuerdos. De caricias pasadas y besos perdidos. Morada de castillos de naipes que nos empeñamos en construir una y otra vez, a pesar del fuerte y negro, negro viento. Palacio de los deseos, de los caminos inexplorados, de las dudas, de las búsquedas del significado de los silencios. Refugio de los sentimientos. De los odios viscerales. De los amores viscerales. Capital de las vísceras.

De cuántos juramentos son testigos luna y estrellas. A cuántos amantes despiertan, cuántas manos buscan calor a su lado. Cuántos susurros, cuántos gemidos, cuántos suspiros. Qué cantidad de besos a escondidas, de ojos ciegos en negruras absolutas, que sin embargo ven, y son vistos. Y los cantos... ¡Ay! Los cantos de sirena... Las palabras que tremolan en el aire, "para siempre", dicen, "te quiero", dicen, "nosotros", dicen.

El paraíso de las lágrimas, de los ojos rojos que escuecen una milésima de lo que escuece el alma. La hora del abrazo que da paz, que llena, que completa. El tiempo de la caricia familiar, del ardor de pieles cercanas, de los sorbitos de vida bebidos en palabras dulces. Reino del relámpago que ilumina ojos que miran fijamente a ojos, sobre sonrisas de felicidad. Territorio de los que duermen y de quienes vigilan sus sueños. El lugar de las camas medio vacías o demasiado llenas. El lugar de los "que este momento dure para siempre". Sí, ese lugar.

La libertad del recluso. La cordura del loco. Tierra de los olores, las texturas y los sabores. Universo de los sonidos que traen lluvia, olas, respiraciones acompasadas. Punto de reunión de las recapitulaciones. Lugar de partida de ilusiones y decisiones. Escuela de todos, donde maestro y alumno hablan con la misma voz. "Aprende, vive, sueña", dicen. El lugar donde se forjan las mayores alianzas. El lugar donde se ejecutan las mayores traiciones. Sí, sí, sí. Ese lugar. Este lugar.

Madrugada. El tiempo sin sol. El tiempo sin día. El contrapunto. Donde los silencios se rompen. Donde los hados conspiran. Madrugada de musas. Madrugada de insomnio. Madrugada inolvidable. Madrugada para olvidar.

Que descanses.

1 comentario:

  1. Al leerte hoy me recordaste a alguien, quizás por eso me atraigan tus textos. Muy buenos por cierto, pero creo que ya te lo dije.

    A descansar, pues.

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