¡¡Deja de llorar, estúpido!! ¿Qué consigues? ¿Lamer lágrimas saladas? ¿Escozor en los ojos? ¿No ganar para pañuelos de papel? ¡Idiota! ¡La vida está ahí fuera, no ha cambiado nada! Y cada segundo que pierdes en lamerte las heridas es un segundo que pierdes en vivirla. Sigues siendo tú, sigues rodeado de la misma gente, de las mismas ilusiones, de los mismos colores, olores y sabores. ¡Vístete y sal a la puta calle! ¡Anda! ¡Corre! Y no pares hasta que te duelen los pies más que el alma y te entren unas ganas locas de gritar que no tienes por qué estar así. Y sonríe. Y vive, ¡coño!
¡¡Deja de sonreír, imbécil!! ¿Te ríes? ¿Qué es lo que tienes? Castillos de naipes, ya te lo digo yo. Un simple soplo de aire y todo a la mierda. Eso que tu llamas vida no son más que sueños efímeros salteados con puñaladas esperando a clavarse en tu costado a cada tropezón. ¿Para qué andar? ¿Para qué seguir adelante? Cabezota engreído… ¿te has creído realmente que puedes escapar del dolor, de que te pisen de nuevo y de nuevo y de nuevo, hasta que no quede nada de ti? ¡Despierta, deja de soñar! No eres nada y nunca lo serás. Párate a pensarlo, anda…
¡¡Qué narices haces ahí parado, so memo!! ¿Crees que el maná caerá del cielo? ¡Hay que currárselo, ostia! ¡Muévete! El mundo no piensa moverse por ti, no te engañes. Levanta los putos pies del suelo y anda, ¡camina! Cada instante que pasas ahí sentado te haces más viejo, amargo e inútil. ¿A qué esperas para buscar, probar, saborear y sentir? ¿A estar tan caduco y oxidado que no sepas aprovecharlo? ¡Deja de pensar, subnormal, y sigue a tu corazón, para variar! Déjate llevar por él. Que al menos esta vivo, joder, no como tú, ¡muermazo! ¿Qué haces ahí parado escuchándome? ¿Es que no te enteras, no me has oído ya? ¡Muévete!
¡¡Estate quieto, bobo!! ¿Dónde crees que vas? ¿Por qué cojones no te paras a pensar en lo que eres, en lo que tienes y en que lugar estás? Tanta prisa, tanta prisa… Las cosas seguirán ahí dentro de un tiempo, ¡no te pongas a correr sin cabeza! Y si para cuando vas a buscarlas ya no están, si no te han sabido esperar, es que no merecía la pena correr por ellas. Y punto. ¡Joder! ¡Todo el santo día corriendo, buf! ¡En todas las putas fotos sales movido! ¿Es que no lo ves? Anda, planta raíces, estira las ramas y deja que te dé algo el sol. Y luego, cuando sepas de donde vienes, entonces ya podrás partir. Recapacita, piensa, siente. Y ríe, si toca. Y llora, si toca.
Y vuelta a empezar…
Joder! y vuelta a empezar.... pues sí, a veces hay que pararse para mirarse ante el espejo y decirse todo eso o mejor aún, escribirlo para que las palabras que a uno le nacen de los dedos de las manos cobren vida, y les crezcan los pies para poder caminar y convertirse en acciones, en hechos, bien hechos y derechos se avanza mejor.
ResponderEliminarBuena reflexión Mister G.
Al final es algo tan natural como que llueva y que después salga el sol. Basta con saberlo llevar. Pero a veces da un poco por saco, sí, jejeje.
ResponderEliminar