Deja de cantar y de reír, por favor. Me ofendes profundamente. ¿No ves el color de duelo que visto? Mantente sobrio y en silencio; los gozos y el jolgorio tendrán que esperar. Ahora tocan las lágrimas de sangre, las puñaladas en el alma y el silencio culpable de las elecciones mal tomadas.
Calla y escucha como doblan las campanas. Nota el ácido aliento cargado de la casa sin ventilar. Suda la rabia, la pena y el dolor que no das a basto en sacar como lágrimas. Tiempos negros de vidas negras. Noches insomnes y días de incrédula realidad.
Llora, grita, sufre. Pierde el conocimiento de la alegría. Cae en el vahído del dolor verdadero. Hazte cenizas, y deja que el viento tempestuoso juegue contigo.
Y mañana. Mañana sí. Mañana vuelve a la vida y tráemela contigo. Mañana necesitaré de ti
Pero eso será mañana.
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